Experiencia: Viajar en avión por primera vez con neuroestimulador medular

Recuerdo perfectamente que quedamos para organizar el viaje las amigas, su frase fue: «por fin, nos podemos ir las tres, viajas con nosotras»

El destino lo tuvimos claro casi desde el principio, las Islas Canarias.

Yo a mis 27 años no había montado en avión y esta vez llevaba un acompañante como sabéis: mi chispis, mi neuroestimulador medular.

@Tio_Sudeck.png

He dado mucho la «tabarra» a mis amigas, familia y compañía aérea, médicos, enfermeras, técnico… porque no puedo pasar por los arcos, yo quería llevar mi cargador en mi equipaje de mano esto entre otras cosas.

No podía llevar mi maleta de mano, pero tengo unas amigas que son fuertes y cargaban con la mía, las suyas y la común.

Me preocupaban las posibles «pegas» en los aeropuertos…

Para el viaje de ida fue todo bien, llegó un mensaje asociado a nuestra reserva como que se me aprobaba la solicitud que había pedido para llevar mi equipo médico arriba y no en bodegas sin problema.

A la vuelta me hicieron todo tipo de control al no poder pasar por el arco, pero vamos lo normal, tampoco he tenido problema.

Eso sí, tuve que remover Roma con Santiago para hacer la solicitud y explicar mil veces como funciona mi culo tecnológico y sus accesorios.

Estas líneas las escribí mientras aterrizaba, por lo tanto el resultado de viajar en avión no neuroestimulador medular ha sido de sobresaliente, como todo el viaje en sí.

Hay que sacar la valentía a pasear de vez en cuando para minimizar el miedo, no quiero que nada me frene…

¡Hasta el Sudeck! 😉

5 comentarios en “Experiencia: Viajar en avión por primera vez con neuroestimulador medular

  1. Hola Noemí,

    Me alegro mucho por un lado que pudieras cumplir tu sueño de viajar y no tuvieras tantos problemas y por otro lado me alegro que pudieras visitar mis islas :))

    Una de las tantas cosas que piensas cuando te proponen el neuroestimulador es justo eso, los tantos problemas que tendré por tener ese aparato conmigo. De verdad, me encanta tu valentía porque yo por ahora no soy capaz de pasar por eso.
    Un abrazo
    Sonia

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  2. Interesante experiencia Noemí.
    Entiendo que viajar con una patología crónica no es fácil; al menos para mí no lo es.
    Si llevas algún dispositivo electrónico y tienes que viajar en avión, la cosa se complica, aunque como demuestra tu artículo no es un problema insalvable.
    Gracias por compartir tu experiencia.
    Un cordial saludo

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